1059-D-2023 | INFORMES VINCULADOS A LA URBANIZACIÓN DE LOS BARRIOS POPULARES

Artículo 1°.- El Poder Ejecutivo informará, a través de los organismos correspondientes y en un plazo máximo de 30 días de recibida la presente, sobre los siguientes puntos relativos a la urbanización de los barrios populares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:

  1. Informe la cantidad de espacios verdes públicos que existen en cada barrio popular registrado por el RENABAP, en la ciudad. Adjunte documentación al respecto.

  2. Informe la cantidad de árboles que existen en cada barrio popular registrado por el RENABAP en la ciudad. Adjunte documentación al respecto.
  • Informe los planes que tiene el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para crear espacios verdes en los barrios populares registrados por el RENABAP. Adjunte documentación al respecto.
  • Informe los planes que tiene el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para la plantación de arbolado urbano en los barrios populares registrados por el RENABAP. Adjunte documentación al respecto.
  • Informe si en las Mesas de Gestión Participativa que forman parte de los procesos de urbanización, se pone en consideración la creación de espacios verdes y arbolado urbano. Adjunte documentación al respecto.
  • Informe quienes se encargan del cuidado y mantenimiento de los espacios verdes y arbolado urbano en los barrios populares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires definidos en el RENABAP. Adjunte licitaciones, convenios y documentación al respecto.
  • Informe el presupuesto destinado para espacios verdes en barrios populares para el año 2023. Adjunte documentación respaldatoria.
  • Informe el presupuesto destinado para arbolado público urbano ubicado en barrios populares para el año 2023. Adjunte documentación respaldatoria.

Art. 2º.- Comuníquese, etc.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Según el relevamiento del RENABAP en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires existen 50 barrios populares[1], los cuales solo cuatro se encuentran en proceso de urbanización, por lo que nos resulta de imperiosa necesidad, de acuerdo al contexto de incremento de la crisis climática, saber acerca de los planes y estado actual de la política sobre espacios verdes y arbolado urbano de la ciudad.

Es necesario destacar la importancia que tiene el arbolado urbano de follaje frondoso desde el punto de vista ambiental y sanitario. Fijan dióxido de carbono, principal causante del calentamiento global, a la vez que producen oxígeno gaseoso. Según la FAO, un árbol grande puede absorber hasta 150 kilos de CO2 al año. Son, además, excelentes filtros para los contaminantes urbanos ya que absorben gases contaminantes como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, ozono y óxidos de azufre y filtran las micropartículas sólidas que se producen durante la combustión de combustibles fósiles adsorbiéndolos sobre las hojas y la corteza. Entre los beneficios que produce el follaje frondoso para la vida urbana, se sabe además que reducen la contaminación acústica, y la contaminación visual, tan agobiante en nuestra ciudad, debido principalmente a los carteles publicitarios, señalética y propagandas. Los árboles son cobijo y hábitat de fauna aumentando y sosteniendo la biodiversidad urbana.

El arbolado de follaje frondoso es indispensable para mitigar los efectos de la crisis climática ya que contribuyen a la regulación térmica y a la regulación de la humedad atmosférica por el proceso de evapotranspiración, con lo que pueden llegar a reducir en verano la necesidad de aire acondicionado en un 30% (en las calles arboladas de follaje frondoso se observa disminución de la temperatura de hasta 9 y 10 grados Celsius) y las facturas de calefacción en invierno entre un 20% y 50%. Regulan el flujo del agua y ralentizan la caída de la misma, lo que es de suma importancia en eventos de precipitaciones copiosas, cada vez más frecuentes debido al cambio climático. Por lo tanto, desempeñan un papel clave en la resiliencia de la vida urbana frente a las consecuencias de inundaciones y en la reducción de riesgos de desastres naturales. Un perennifolio o árbol maduro de hoja verde permanente, por ejemplo, puede interceptar más de 15000 litros de agua al año. La sombra de los árboles disminuye la evaporación del agua de los terrenos vegetados.

Desde el punto de vista de la salud física y psíquica de quienes habitan y transitan las ciudades, la FAO ha comunicado que pasar tiempo cerca de los árboles mejora la salud física y mental, aumentando los niveles de energía y la velocidad de recuperación luego de enfermedades o cirugías, a la vez que disminuyen la presión arterial y el estrés. Disminuyen el sonido de las calles y autopistas cercanas y crean una agradable cubierta de verde, lo cual mejora el impacto visual de la ciudad y alivia el estrés que produce la vida ciudadana. También reducen la exposición a los rayos UV-B en aproximadamente un 50%, protegiendo la piel de la radiación ultravioleta que puede producir cáncer de piel. Un estudio realizado por Scientific Reports ha demostrado que los pacientes que pueden ver árboles desde sus ventanas se recuperan más rápidamente de cirugías y enfermedades, reduciendo complicaciones. Los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad muestran menos síntomas cuando tienen acceso a la naturaleza. Estar entre los árboles y la naturaleza mejora la concentración reduciendo la fatiga mental. Además, sostiene que el olor de los árboles también beneficia nuestra salud. Esto se debe a que los árboles secretan ciertas sustancias, conocidas como fitoncidas, que se han relacionado con las mejoras en la defensa inmunológica, aumento del umbral del dolor y reducción de la ansiedad.

El arbolado urbano es una herramienta con la que cuenta la ciudad para moderar, amortiguar o mitigar los efectos del cambio climático.

Con respecto a los espacios verdes según información de la ONU[2], las enfermedades no transmisibles y el cambio climático son dos de los desafíos más importantes del siglo XXI, ya que ambos representan una importante amenaza para la salud y el desarrollo sostenible. Las enfermedades no transmisibles, entre ellas el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias crónicas, la diabetes y los trastornos mentales y neurológicos, son responsables actualmente del 68% de la mortalidad mundial, al mismo tiempo que, según se prevé, el cambio climático causará varios cientos de miles de muertes al año para 2030. Entre los factores de riesgo vinculados a las enfermedades no transmisibles está la exposición a la contaminación atmosférica y la inactividad física. El 88% de los habitantes de zonas urbanas están expuestos a unos niveles de contaminación del aire exterior superiores a lo establecido en las Guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la Calidad del Aire, y en 2012, 3,7 millones de muertes en todo el mundo fueron atribuibles a la contaminación atmosférica. Además, la urbanización conlleva cambios en la ocupación y en los estilos de vida asociados a unos niveles más bajos de actividad física y a un mayor uso del automóvil. La OMS atribuye 3,2 millones de muertes anuales a la inactividad física y 1,3 millones a las lesiones causadas por el tráfico por carretera.

Estos factores de riesgo tienen algunos orígenes y soluciones en común con el cambio climático, en particular en los sectores de la energía y el transporte, y son especialmente importantes a medida que aumenta la urbanización. La rapidez de la urbanización y del crecimiento demográfico contribuye enormemente a las enfermedades no transmisibles y al cambio climático. Las zonas urbanas facilitan la actividad en múltiples sectores en los que pueden realizarse intervenciones. Así pues, además de plantear enormes desafíos, las zonas urbanas ofrecen grandes oportunidades de lograr un cambio positivo y sostenible.

Los parques, los espacios verdes y los cursos de agua son importantes espacios públicos en la mayoría de las ciudades. Ofrecen soluciones a la repercusión de la urbanización rápida y poco sostenible en la salud y el bienestar. Los beneficios sociales y económicos de los espacios verdes urbanos son igualmente importantes, y deben estudiarse en el contexto de cuestiones de interés mundial como el cambio climático y de otras prioridades establecidas en los ODS, incluidas las ciudades sostenibles, la salud pública y la conservación de la naturaleza.

La literatura científica describe varios modos en los que el entorno natural puede afectar positivamente a la salud y el bienestar humanos, ya que las zonas naturales ofrecen oportunidades de realizar actividad física, mantener el contacto social y reducir la tensión. Cada vez hay más estudios epidemiológicos que demuestran los diversos efectos positivos que conlleva mantener espacios verdes urbanos, por ejemplo la mejora de la salud mental y la reducción de la depresión, la mejora de los resultados de los embarazos y la reducción de las tasas de morbilidad y mortalidad cardiovascular , obesidad y diabetes.

En los barrios populares suele haber poco espacio verde disponible, mientras que los estudios muestran que las personas socioeconómicamente desfavorecidas suelen ser las que más se benefician de la mejora del acceso a los espacios verdes urbanos. Por tanto, reducir las desigualdades socioeconómicas en la disponibilidad de espacios verdes urbanos puede ayudar a reducir las desigualdades en la salud vinculadas a los ingresos, la pertenencia a minorías, la discapacidad y otros factores socioeconómicos y demográficos.

Aumentar el número y la calidad de los espacios verdes puede mitigar los contaminantes climáticos de corta vida que producen un fuerte efecto de calentamiento global y contribuyen notablemente a más de 7 millones de muertes prematuras al año relacionadas con la contaminación atmosférica.

Por todo lo expuesto solicitamos la aprobación del presente Proyecto de Ley.


[1] https://www.argentina.gob.ar/desarrollosocial/renabap/tabla

[2] https://www.un.org/es/chronicle/article/los-espacios-verdes-un-recurso-indispensable-para-lograr-una-salud-sostenible-en-las-zonas-urbanas#:~:text=Aumentar%20el%20n%C3%BAmero%20y%20la,con%20la%20contaminaci%C3%B3n%20atmosf%C3%A9rica10.

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Publicado el

abril 5, 2023