PROYECTO DE DECLARACIÓN
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires expresa su profundo pesar y tristeza por los femicidios de Araceli Moreno y Milagros Santos, ocurridos el 18 de mayo y el 1 de junio, respectivamente.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
A 7 años del primer Ni una Menos nos encontramos ante la situación de que cada 29 horas una mujer muere víctima de violencia de género en nuestro país en lo que va del año 2022, según el Observatorio Ahora que Si Nos Ven.
En menos de 20 días, dos militantes feministas de Somos Barrios de Pie fueron víctimas de femicidio.
Araceli Moreno tenía 24 años y falleció con el 50% de su cuerpo quemado el 18 de mayo luego de estar dos días internada. Araceli sufría violencia por motivos de género, convivía con un violento, con una persona con antecedentes penales que apenas hace cuatro meses había salido de la cárcel. Ella le contaba a sus amigas personales y a sus compañeras de militancia acerca de todas las violencias de las que era víctima y, si bien, nunca se animó a denunciarlo por miedo, la realidad es que su situación era alarmante. La justicia aún no ha procedido a indagar ni imputar al responsable de su muerte.
Milagros era una militante de apenas 20 años, que murió el 1 de junio luego de dos meses de agonía tras ser quemada en el 80% de su cuerpo. Milagros fue víctima de un femicidio llevado a cabo por su pareja, que incendió la habitación y parte de la casa con ella y la familia dentro. Ella llevaba adelante tareas comunitarias con el objetivo de trasformar la realidad de su barrio, siempre con compromiso social y sobre todo feminista.
Ambas eran militantes populares de la Provincia de Buenos Aires, muy jóvenes y con un compromiso social y feminista por el que día a día luchaban para cambiar la realidad difícil de sus barrios.
Cabe destacar que desde el movimiento feminista se lucha por frenar la impunidad patriarcal, pero sigue fallando la prevención en los femicidios, donde la justicia es completamente lenta e ineficiente.
Las terribles pérdidas de Araceli y Milagros nos hablan de los altos niveles de violencia que aún sufren las mujeres de los barrios populares, donde sus muertes ni siquiera salen en los medios de comunicación y resaltan la necesidad de políticas públicas eficaces, tendientes a su prevención y erradicación definitiva.
La violencia por motivos de género es una realidad que atraviesa a todas las personas cualquiera sea la clase social a la que pertenezca. Según la Ley de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, Ley N°26.485, se entiende por violencia contra las mujeres «toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón«.
Por todo lo expuesto solicito el acompañamiento de este proyecto de declaración.
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