PROYECTO DE RESOLUCIÓN
Artículo 1°.- La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires solicita al Poder Ejecutivo por intermedio de los organismos que correspondan informe -dentro de los 30 días de recibida la presente- sobre los puntos que a continuación se detallan, en relación cumplimiento a los árboles de metal colocados en la Plaza Echeverría, en Villa Urquiza:
- Indique con qué finalidad se han colocado árboles de metal en el patio de juegos y alrededores.
- Detalle el presupuesto destinado para la realización y colocación de los árboles de metal.
- Informe si se planifica colocar árboles de metal en otros parques y/o plazas. En caso afirmativo, detalle dónde serán colocados y el presupuesto asignado para la realización y colocación de los mismos.
- Indique si se planifica plantar árboles en la Plaza Echeverría. En caso afirmativo, detalle cuáles. En caso negativo, informe motivos.
Artículo 2°. – Comuníquese, etc.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El presente pedido de informe surge de la preocupación y denuncias sobre la colocación de árboles de metal en la Plaza Echeverría, cita en el barrio de Villa Urquiza.
Es en este contexto que hacer hincapié en la importancia de árboles reales se vuelve aún más importante. Los árboles en dicho sentido, absorben el dióxido de carbono, principal causante del calentamiento global, a la vez que liberan oxígeno. Según la FAO, un árbol grande puede absorber hasta 150 kilos de CO2 al año. Además son excelentes filtros para los contaminantes urbanos y las pequeñas partículas. Absorben gases contaminantes como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, ozono y óxidos de sulfuro. Filtran partículas finas como polvo, suciedad o humo del aire atrapándolos sobre las hojas y la corteza.
También reducen la contaminación acústica, que queda atenuada por los follajes. Aumentan la biodiversidad urbana y contribuyen a la regulación térmica (pueden ayudar a enfriar el aire entre dos y ocho grados Celsius), con lo que pueden llegar a reducir en verano la necesidad de aire acondicionado en un 30% y las facturas de calefacción en invierno entre un 20% y 50%. Regulan el flujo del agua y desempeñan un papel clave en la prevención de inundaciones y en la reducción de riesgos de desastres naturales. Un perennifolio o árbol maduro de hoja verde permanente, por ejemplo, puede interceptar más de 15 000 litros de agua al año. La sombra de los árboles disminuye la evaporación del agua de los céspedes sedientos. La mayoría de los árboles recientemente plantados necesitan solo quince galones de agua por semana. A medida que los árboles transpiran, aumentan la humedad atmosférica.
Según la FAO, pasar tiempo cerca de los árboles mejora la salud física y mental, aumentando los niveles de energía y la velocidad de recuperación, a la vez que disminuyen la presión arterial y el estrés. Tapan el sonido de las calles y autopistas cercanas y crean una agradable cubierta de verde, lo cual mejora el impacto visual de la ciudad. También reducen la exposición a los rayos UV-B en aproximadamente un 50%.
Un estudio realizado por Scientific Reports ha demostrado que los pacientes que pueden ver árboles desde sus ventanas se sanan más rápido y con menos complicaciones. Los/as niños/as con trastorno por déficit de atención e hiperactividad muestran menos síntomas cuando tienen acceso a la naturaleza. Estar entre los árboles y la naturaleza mejora la concentración reduciendo la fatiga mental. Además, sostiene que el olor de los árboles también beneficia nuestra salud. Esto se debe a que los árboles secretan químicos, conocidos como fitoncidas, que se han relacionado con las mejoras en la defensa inmunológica, aumento del umbral del dolor y reducción de la ansiedad.
Por lo tanto, la prioridad de la política pública debe estar puesta en la conservación y cuidado de los ejemplares arbóreos de la ciudad y no en su reemplazo por «ejemplares» de metal.
Por las razones expuestas es que solicitamos la aprobación del presente proyecto.
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