PROYECTO DE DECLARACION
Declárese de interés la investigación, llevada a cabo por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, titulada «¿Es posible debatir en medio de discursos de odio?» por su aporte académico a las luchas que colectivos feministas vienen dando en Argentina y toda Latinoamérica contra los diferentes tipos de discursos violentos, de discriminación y estigmatización.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
El trabajo de investigación «¿Se puede debatir en medio de discursos de odio?» fue realizada por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll Cono Sur, y fue publicada en el presente año de manera digital.
Cabe destacar que, en la contemporaneidad, las redes sociales han tomado una relevancia inmensa. En este sentido, muchas de las discusiones y construcciones de discursos están al alcance de nuestras manos, desde nuestros celulares, tablets y computadoras. Es por esto que el presente trabajo de investigación se vuelve aún más relevante.
Para dicha labor, los investigadores se focalizaron en Twitter para analizar cómo la manipulación de la información, insultos, descalificaciones, amenazas y violencia juegan a la hora de construir discursos.
Según esta investigación, el activismo feminista (a pesar de la brecha digital de género que existe) se ha instalado en las redes sociales desde sus comienzos. Algunos de los hitos más importantes en este sentido: #NiUnaMenos, #8M y #AbortoLegal.
Allí también se reproducen muchas de las violencias que vivimos las mujeres en el día a día. Pero con características que hacen importante poner la lupa ahí: la viralización y la replicabilidad. “La tecnología ha transformado muchas formas de violencia de género en algo que puede cometerse a distancia, sin contacto físico y que va más allá́́ de las fronteras mediante el uso de perfiles anónimos para intensificar el daño a las víctimas” (ONU, 2018).
Yendo por esta senda, los grupos antiderechos se han hecho presentes también en estas redes sociales, como parte de un proceso de cuestionamiento a la agenda de los feminismos. «Un aspecto central de los esfuerzos de incidencia de estos sectores es su estrategia comunicacional. Como señalan Adrianzén y Yáñez: “buscan crear un ‘nuevo lenguaje’ y con ello ‘ resignificar’ (conservadoramente) ese otro mundo progresista que ha venido surgiendo estos años para convertirlo en su ‘enemigo’ y en la causa principal de su ‘opresión’” (2020).» (2021).
La investigación propiamente dicha fue realizada a través de dos estrategias. En primer lugar, entrevistas a activistas y referentes. En segundo lugar, minería y análisis de datos de cuentas pertenecientes tanto al sector feminista como al sector antiderechos.
Cabe destacar que en el análisis de datos, se estudió particularmente el perfil de Ofelia Fernández, legisladora de esta Casa. Este dato es no menor ya que por las mismas agresiones que se estudian en este trabajo de investigación, esta legislatura sancionó la Declaración 132-2020, repudiando las agresiones y amenazas que recibió a través de las redes sociales.
Entre las conclusiones que se hallaron, podemos mencionar cuatro. La primera, que las feministas y los antiderechos se manejan en «burbujas» propias de seguidores, lo cual hace que el nivel de interacción entre estos sectores sea muy baja. En este sentido, las cuentas antiderechos tienen más seguidores pero son más discutidas. La segunda, referida al debate por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, 30 cuentas juntas amplificaron el discurso del #AbortoLegal el 19 de febrero del 2020 en Argentina. El hashtag #NiUnaMenos fue de los más usados en Argentina, Uruguay y Paraguay. Como tercera conclusión, la totalidad de las activistas feministas estudiadas recibieron agresiones y amenazas. Para las personas no cisnormativas el aumento de la violencia a través de las redes fue aún mayor que para las personas cis. Por último, el 21% de las personas entrevistadas piensan que los medios de comunicación tradicionales promueven la agenda antiderechos. Y el 100% de dichas personas creen que los discursos de odio deberían moderarse o prohibirse.
Como quedó demostrado, «¿Es posible debatir en medio de discursos de odio?» es un gran aporte académico a las luchas que colectivos feministas vienen dando en Argentina y toda Latinoamérica contra los diferentes tipos de discursos violentos, de discriminación y estigmatización.
Por lo antes expuesto solicito el acompañamiento de este proyecto.
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